Saliendo desde Ibarra, pasando por Zuleta, en la parroquia Angochagua, llegamos a la comunidad Chilco.

Muy temprano Taitas y Mamas se apresuran en la preparación de diferentes masas para hornear pan. Conjuntamente con niñas, niños y profesores de la Unidad Educativa Constancio Vigil, recordamos y compartimos gratos momentos, aprendemos jugando y repasamos la lectura de una leyenda local acompañados de Pablo Virgili cooperante de la Casa de la Cultura núcleo de Imbabura.

Desde los hornos, empiezan a escapar olores deliciosos como señal que el pan ya mismo está listo; mientras conversamos del trabajo en equipo, de la calidad, el paisaje, las vocaciones, el turismo, de la minga comunitaria, de la suma de capacidades para lograr metas y objetivos colectivos de territorio, como Imbabura Geoparque Mundial de la UNESCO. La colada de máchica también está lista y caliente. Aquí, se juntan voluntades para impulsar URKU TANDA HUASI, La Casa del Pan de Páramo como medio de vida y alternativa de desarrollo comunitario. Afuera hace frío, el viento sopla, los montes se ven majestuosos, las avas todas verdes en baina siguen madurando para la Semana Santa que está cerca. El turismo sostenible SÍ es posible cuando trabajamos en red.